Esta es una de esas pruebas que ves y piensas “está papita”, pero que en realidad puede ser un poco más compleja de lo que imaginas. Bueno, “compleja” quizá no sea una palabra muy adecuada, pero sí es una de esas pruebas que, como se suelen referir, nos hace “pensar fuera de la caja”.
Con fines puramente curiosos, aquí están algunos datos:
– Un genio logra resolverlo en diez segundos.
– Dicen que Bill Gates lo resolvió en veinte segundos.
– Un alumno de la Universidad de Harvard puede resolverlo en cuarenta segundos.
– Si encuentras la respuesta correcta en dos minutos, estarás entre el 15% de las personas consideradas más inteligentes del mundo.
– 75% de las personas encuentran esta prueba imposible de responder y piden una pista.
¿Listo? Entonces, hagámoslo.
Aquí viene la respuesta.
En un primer momento, lo más lógico es apuntar al cuadrado verde. Desafortunadamente, esa no es la respuesta. ¿Y las otras cuatro figuras? ¿El círculo con borde blanco, el cuadrado más pequeño y el cuadrado sin bordes?
En el proceso de eliminación, es posible notar que el primer cuadrado a la izquierda es especial precisamente por qué no hay nada común en él. Exactamente es especial por no ser especial en el grupo. Entre las diferentes formas, esta figura es lo común.
Date cuenta que las características comunes son: ser rojo, ser cuadrado, tener bordes blancos y tener un tamaño estándar. El primer cuadrado a la izquierda es todo eso. Es decir, es la figura común.
¿Acertaste? Ve y dile al mundo que eres un genio.
Aclaración: este es un simple ejercicio de lógica, como muchos utilizados en las pruebas de IQ. Por sí solo no es determinante para evaluar inteligencia de ningún tipo, quizá para determinar una forma de resolución particular.