Todos tenemos temores con los cuales vivimos todos los días, por ello en Conoce.pe te damos unos consejos que te ayudarán a superarlos en los siguientes consejos prácticos.
Encontrar a nuestra “media naranja” es más difícil. Para conocer chicos, lo primero que debemos hacer es superar nuestro miedo a presentarnos. Cuando alguien nos gusta, es mucho más difícil acercarse a él para entablar una conversación que si hablamos con una persona que no nos llama la atención. Si el miedo nos impide hacer ese primer contacto, la persona nunca sabrá lo que verdaderamente sentimos
No nos permiten mejorar en la vida. Si queremos alcanzar nuestras metas, debemos atrevernos a luchar por conseguirlas pese a los temores que tengamos en el camino. Para aprender tenemos que equivocarnos y, por mucho miedo que tengamos de hacerlo, es la única manera en la que desarrollaremos habilidades para superarnos.
Nos hace arrepentirnos de todo. Lo peor del miedo es que va de la mano
con el arrepentimiento de no habernos atrevido, de ver siempre el lado
negativo e incluso de haber tenido miedo. Sentiremos que hemos fallado y
eso nos va a entristecer, lo que demuestra que una decisión tomada por
el miedo no solo nos afectará en ese momento sino también un buen tiempo
después.
Nos aleja de conocer nuevas personas. Uno de los miedos más comunes
aparece cuando intentamos conocer nuevas personas. Le tememos al qué
dirán de nosotros, pensamos muchas veces lo que vamos a comentar para no
quedar como tontas, estamos preocupadas de cómo nos vemos, etc. Todo
eso hace que no nos mostremos como somos realmente.
Hacen que dejemos pasar buenas oportunidades. Para cumplir nuestros
objetivos en la vida, tenemos que salir a buscarlos aceptando todas las
opciones que se nos presentan. Si dejamos que nuestros miedos sean un
filtro al momento de elegir que oportunidades tomar, es posible que se
nos escapen varias de las manos.
Son una excusa tonta. ¿Cuántas veces no te has atrevido a hacer algo
porque te da miedo? La realidad es que tu temor no es a eso en
particular sino a los futuros efectos que tus acciones podrían tener.
Pero, si no lo intentas, nunca sabrás si realmente algo malo puede pasar
haciendo que tu excusa quede sin efecto.